¿Qué pasaría si te dijera que, escondido en lo profundo del atolladero conspicuo del ritmo terrible, el fanservice atroz y el encantador poder de hablar sin jutsu, existe un espectáculo tan audazmente ambiguo, tan desafiantemente sutil y tan único sin disculpas? Ese programa se llama Mononoke, absolutamente no debe confundirse [...]